Drenaje linfático para embarazadas

Es muy común que las mujeres embarazadas sientan sensación de hinchazón, debido al peso del bebé. Por lo general la hinchazón es más frecuente en las piernas; a esto se le denomina edema. La razón de su aparición, viene determinada por la retención de líquidos y alteraciones del sistema circulatorio, aunque es normal durante la etapa de gestación; puede causar muchas molestias e incomodidades. Generalmente durante el  embarazo, algunas mujeres mantienen una vida más sedentaria, lo cual hace que aumenten de peso y por ende se retienen más líquidos, provocando cansancio y sensación de pesadez en el cuerpo.
 

Inevitablemente como toda etapa de la vida, el cuerpo cambia durante el embarazo. Pues se debe adaptar al desarrollo y crecimiento del feto. Por esta razón, las molestias y dolencias aparecen a medida que presenciamos cambios en el organismo, relacionadas con la mala circulación sanguínea y linfática o con el exceso de peso que tira de la columna vertebral. Aunque esto es algo común, actualmente la fisioterapia permite aliviar la inflamación y el malestar.

¿Qué es el drenaje linfático?

La solución para ello, es el drenaje linfático, este consiste en técnicas manuales por medio de masajes, que evitan la retención de líquidos en el cuerpo y favorecen a la asimilación de los mismos. El drenaje linfático se diferencia del masaje común, en que sus técnicas no aumentan el tono muscular, son de velocidad baja, de suave presión y repetitivas.

Procedimiento del drenaje linfático

La característica de este tipo de masajes es que no produce dolor, ni se hace uso de cremas o aceites. Debe ser realizada por un fisioterapeuta especializado. Hay que tener especial atención en caso de infecciones agudas, insuficiencia cardiaca o alguna enfermedad degenerativa, sin embargo es una técnica que mientras que se haga bajo supervisión de especialistas, es completamente segura.
 

El drenaje linfático utiliza movimientos muy suaves y sutiles, ya que no se trata de amasar músculos o actuar sobre tendones, sino de encaminar el exceso de linfa que se ha desbordado. Siempre se sigue el recorrido de la linfa hacia vías de evacuación, este masaje debe darse en una única dirección, siguiendo el camino natural que la linfa recorre a lo largo de nuestras piernas. Es decir esta técnica es de arrastre por el cuerpo para lograr su objetivo principal, que es evitar la hinchazón y dolores por retención de líquidos.
 

Esta retención de líquidos se debe a un desbordamiento de la cantidad de linfa causado por los cambios hormonales y físicos que sufre el organismo y el cuerpo, más durante la etapa de embarazo pues el cuerpo cambia constantemente durante los 9 meses, para dar vida posteriormente. Por esta razón, algunas mujeres deben continuar con el tratamiento por más sesiones que otras, dependiendo del caso de cada una y los resultados que obtengan.

Beneficios del drenaje linfático en mujeres en embarazo:
 

1. Funciona como drenante, en mujeres en estado de embarazo que sientan fatiga, cansancio e hinchazón en las piernas o tobillos. Esto ocurre generalmente en la última etapa del embarazo.
    

2. Fomenta la relajación en el cuerpo, evitando la pesadez y estrés que pueda provocar los dolores por edemas.
    

3. Elimina toxinas
    

4. Disminuye la presión
    

5. Purifica la piel, evitando acné y celulitis
    

6. Previene el estreñimiento
    

7. Funciona como analgésico natural.
    

8. Ayuda al sistema inmunológico, movilizando la linfa y estimulando sus colectores.
    

9. Relaja tanto cuerpo como mente.
    

10. Refuerza el sistema circulatorio.
     

11. El drenaje linfático hace uso de movimientos suaves y sutiles pero con resultados inmediatos.

Recomendaciones para practicar un drenaje linfático

Como se mencionó anteriormente, los masajes linfáticos deben ser realizados por especialistas, ya que conocen la estructura del cuerpo y de esta forma no provocan daño alguno tanto a la madre como al bebé. El objetivo básico de este tipo de masaje, es activar los canales y vasos linfáticos en los tejidos subcutáneos y de la piel, transportando el líquido y proteínas retenidas fuera de la circulación.

Es un tratamiento altamente recomendado para mujeres embarazadas, al menos una vez por semana, combinado con ejercicios de bajo impacto que eviten el estancamiento de la linfa. Sin embargo siempre se debe consultar con el doctor, ya que este tipo de prácticas no pueden realizarse en embarazos de alto riesgo, por tanto consultar con tu médico de confianza asegura un tratamiento óptimo y sin riesgo alguno.
 

Es importante resaltar que en ningún momento se drenará la zona abdominal, la cual está reservada exclusivamente para el bebé. Esta técnica no hace daño alguno al feto, pero beneficia en gran medida las dolencias causadas por la etapa de embarazo, mayormente cuando se está en un grado avanzado.
 

De igual manera, puedes tomar algunas medidas sencillas para reducir el dolor, combinado con el drenaje linfático. Caminar por corto tiempo cada día, mantenerte hidratada, reducir la cantidad de sal en la dieta, evitar las prendas muy ajustadas, así previenes dolores e hinchazón por retención de líquidos. Ello en conjunto con el drenaje linfático, te darán un alivio para disfrutar de la maravillosa etapa del embarazo sin molestia alguna.