Los problemas más comunes de la piel

En el área de la medicina estética, es usual ver un sinfín de tratamientos que van destinados a tratar diversas problemáticas. Sin embargo en el caso particular del dermapen, es caracterizado por dar solución a muchas condiciones cutáneas, todo gracias a que las microperforaciones permiten la estimulación de colágeno y generación de tejido nuevo, además también permite un 90% de la absorción de principios activos. Convirtiéndolo así en uno de los tratamientos estéticos más solicitados. Pero ¿Cuáles son los problemas más comunes de la piel que pueden solucionarse con el dermapen?
 

Sin duda alguna la flacidez y las arrugas son el principal signo inevitable del envejecimiento, siendo estos uno de los principales motivos por los cuales las personas deciden acudir a un tratamiento estético y/o uso de cosméticos. Sin embargo más allá de querer retrasar los signos de la edad existen problemáticas sumamente comunes, entre las cuales se pueden mencionar:

Poros dilatados
 

Sin duda alguna es parte con el acné leve o comedogénico, el cual se trata de una condición que mayormente se presenta en la adolescencia. Sin embargo aproximadamente el 1% de hombres y un 5% de mujeres pueden continuar padeciendo acné después de los 24 años. En el caso de los hombres mayormente se debe a que ellos producen mayor cantidad de glándulas sebáceas, mientras que en el caso de las mujeres, ellas sufren muchas alteraciones hormonales en el transcurso de su vida.
 

Alopecia
 

Aproximadamente el 58% de la población mundial presenta esta condición, y de ellos el 21,3% padece una caída de cabello excesiva. Donde una de las principales causas podría llegar a ser la sobreexposición solar, ya que la misma hacer perder vitalidad al cabello, además de dañar los folículos pilosos, acelerando así su caída.
 

La caída del cabello es algo natural, de hecho diariamente se pierde de 50 a 100 cabellos. Los cuales luego se reponen por un nuevo cabello, pero cuando esta caída comienza a dejar zonas despobladas notorias, se puede comenzar hablar de alopecia o caída excesiva de cabello. Erróneamente muchas personas consideran que la alopecia solo ocurre en los hombres, pero lo cierto es que también ocurren en mujeres, lo cual mayormente es causado por el estrés. La alopecia afecta a más del 50% de hombres y a un 30% de las mujeres a lo largo de su vida.
 

La caída del cabello más allá de la consecuencia de la edad o el factor hereditaria, puede ocurrir de forma excesiva por las siguientes causas:
 

Alteraciones hormonales, lo cual puede ocasionar que la grasa obstruya los folículos pilosebáceos que se encuentran en el cuero cabelludo, asfixiándolos y teniendo como resultado la pérdida de fuerza del cabello hasta que cae.
 

Agresiones externas, el uso de tintes, lavados con productos inadecuados, algunos medicamentos, el estrés, las enfermedades y la sobrecarga física y psíquica también influyen en la caída.
 

Tipo de piel, las pieles atópicas, las seborreicas y las características del cuero cabelludo influyen sobre el aumento de la caída del cabello.
 

Alimentación, la desnutrición, las dietas rígidas para perder peso, las carencias alimenticias, los déficits de vitaminas y minerales influyen notablemente en el metabolismo del cabello.

Manchas
 

En el caso de la mancha marrón, es producto de una acumulación de melanina en una determinada zona de la piel. Pero ¿Qué es la melanina? Se trata de un pigmento de color marrón oscuro, su función principal es proteger la piel ante los rayos UV. Dándole a nuestro cuerpo la tez bronceada luego de una prolongada exposición al sol.
 

En ocasiones dicha pigmentación marrón no desaparece en ciertas zonas, quedando una mancha marrón, de la cual existen dos tipos: melasma y lentigo
 

El melasma, mejor conocido como máscara de embarazo, se debe a la modificación hormonal y parece principalmente en la nariz, frente y mejillas. Generalmente desaparece una vez reestablecida el equilibrio hormonal. Otras de las causas principales de la aparición de melasma puede ser la sobreexposición solar. Existen dos tipos de melasmas, los cuales son:
 

Melasma epidérmico, en este caso la melanina se encuentra depositada en la capa superficial de la piel.
 

Melasma dérmico, en este caso la melanina se encuentra en la capa más profunda de la piel.
 

Los lentigos son pequeñas manchas redondas debido a una incapacidad de la epidermis al momento de controlar los efectos de los rayos UV. Generalmente estas manchas miden entre 1 a 15 mm, bien puede aparecer desde la infancia o en la edad adulta.

Siendo una de las principales causas la sobreexposición solar. Los lentigos son muy comunes, especialmente en personas de piel blanca, donde el 90% de adultos mayores de 50 años tienen algún tipo de lentigo y un 20% de los adultos mayores de 35 años igualmente llegan a tener lentigo. Los tipos de lentigos son:
 

Lentigo simple o juvenil, las manchas son de color marrón oscuro. Generalmente son de pequeño tamaño, no mayor a 5 mm. Son visibles luego del nacimiento y la mayoría desaparece en la adultez. Este tipo de lentigo no es causado por los rayos solares.
 

Lentigo solar, actínico o senil, estas son manchas más claras pero generalmente son de gran tamaño. Este tipo de lentigo aparece por la sobreexposición solar y está asociado como una consecuencia de la vejez.
 

La rosácea es otro tipo de mancha cutánea, la cual se caracteriza por un enrojecimiento que provoca que los vasos sanguíneos sean visibles en la superficie cutánea. En ocasiones la piel puede llegar a sentirse caliente y sensible, además puede presentar pus, por lo que a veces es confundida con el acné. Por otra parte la rosácea facial puede dar origen a la rosácea ocular. La rosácea tiene tres fases, las cuales son:
 

Rosácea vascular, el enrojecimiento es intermitente, se observan pequeñas venas inflamadas en las mejillas, requiere tratamiento con láser, mínimo 3 sesiones.
 

Rosácea papulopustular, puede confundirse con el acné.

Rinofirma, se abultan tejidos blandos de la nariz, causando inflamación en la zona. Esta lesión es más común en hombres.

La rosácea está relacionada estrechamente con temperaturas extremas, bien sea frías o cálidas, sobreexposición solar y la ingesta de medicamentos que dilaten los vasos sanguíneos.