Desde hace miles de años, diferentes civilizaciones han utilizado las propiedades de las piedras a diferentes temperaturas para aliviar distintas molestias. En China, la dinastía Shang (1766-1046 A.C.) fue de las primeras en aprovechar las propiedades terapéuticas de las piedras como tratamiento medicinal.
Los romanos, también sacaban provecho de las propiedades de las piedras en beneficio de su salud: Tomaban baños calientes y luego se tumbaban sobre el mármol frío para relajarse y aliviar dolores corporales.
Los monjes japoneses se colocaban piedras calientes sobre el vientre para así favorecer el ayuno, aliviando los calambres abdominales que este les producía.
En América, la civilización Maya utilizaba las piedras volcánicas calientes sobre el abdomen para aliviar los dolores menstruales.
Imagen: piedras volcánicas.
La-Stone significa piedra de lava y viene del uso de las piedras volcánicas de Hawaii. La “la” en formación del término, hace referencia a un concepto tibetano: Energía de la vida.
Los antiguos kahuna (antiguos sacerdotes Hawaianos) utilizaban esta antigua técnica combinada con el masaje Lomi Lomi.
Los chakras son siete centros energéticos donde se distribuye la energía; algunas veces estos puntos pueden verse bloqueados por problemas cotidianos de la vida o por no saber gestionar las emociones. Funcionan como terminales a través de los cuales la energía (prana) se transfiere a través de los planos superiores al cuerpo físico.
Imagen: puntos de chakras.
El masaje con piedras volcánicas trabaja sobre el dolor de los músculos y estimula una sensación de relajación general.
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