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Postoperatorio-Abdominoiplastia

Por Patricia Gonzalez

Psicología del Paciente Estético

La psicología del paciente estético es un aspecto fundamental en la cirugía estética, ya que las motivaciones emocionales y psicológicas del paciente pueden influir en el resultado de la intervención. A menudo, las personas que solicitan procedimientos como la abdominoplastia buscan una transformación física que afecte no solo su aspecto, sino también su bienestar emocional y psicológico. Por ello, es esencial que los profesionales de la salud comprendan la psicología detrás de la decisión de someterse a una cirugía estética, de manera que puedan proporcionar una atención integral que considere tanto el bienestar físico como emocional del paciente.

Motivaciones Psicológicas para la Cirugía Estética

Las motivaciones que llevan a un paciente a someterse a una cirugía estética, como la abdominoplastia, son variadas y dependen de factores personales, culturales y sociales. Sin embargo, los motivos más comunes incluyen:

Mejora de la autoestima y confianza:

Para muchas personas, la principal motivación para someterse a una abdominoplastia es la deseo de mejorar su apariencia física y, con ello, aumentar su autoestima y confianza. La percepción del cuerpo influye profundamente en cómo las personas se sienten consigo mismas. Si una persona está insatisfecha con su abdomen debido a la flacidez de la piel, los depósitos de grasa o las estrías, puede sentirse incómoda o avergonzada de su cuerpo. Esta insatisfacción puede tener efectos negativos en su bienestar emocional, reduciendo su confianza en situaciones sociales o profesionales.

Restauración de la figura: En muchos casos, las personas que experimentan cambios físicos significativos, como mujeres postparto o pacientes con pérdida de peso masiva, pueden sentirse desfiguradas o incompletas. La cirugía estética, al restaurar la figura abdominal y mejorar el contorno corporal, puede contribuir a una sensación de integridad física y emocional.

Recuperación de una imagen corporal positiva:

La cirugía estética puede ser vista como una forma de recuperar una imagen corporal positiva. Los pacientes que han tenido cambios importantes en su cuerpo debido a embarazos, cirugía bariátrica o enfermedades pueden sentir que su apariencia no refleja la persona que se sienten internamente. En este sentido, la cirugía ofrece una vía para alinear la imagen física con la identidad personal del paciente.

Transformación corporal: Después de un embarazo o una pérdida de peso masiva, muchas personas experimentan un cambio drástico en su figura. La abdominoplastia no solo mejora la estética, sino que también ayuda a los pacientes a sentirse como ellos mismos nuevamente, restaurando una imagen corporal que los haga sentirse cómodos y seguros.

Reparación emocional tras el embarazo o la pérdida de peso:

Para algunas personas, el embarazo o la pérdida de peso extrema pueden estar acompañados de sentimientos de depresión o ansiedad debido a los cambios drásticos en su cuerpo. La cirugía estética, en estos casos, puede representar una forma de sanar emocionalmente. Para las mujeres, el abdomen puede verse afectado por estrías o exceso de piel, lo que puede llevar a una percepción negativa de su cuerpo. El procedimiento puede proporcionar un sentimiento de control y restaurar el bienestar emocional.

Presión social y cultural:

En algunos casos, los pacientes pueden verse influenciados por las expectativas sociales y las normas culturales sobre la apariencia física. Las redes sociales, los medios de comunicación y las celebridades pueden promover ciertos ideales de belleza que, a veces, pueden generar presión para cumplir con estas expectativas. Las personas que se sienten desalineadas con estos estándares pueden recurrir a la cirugía estética como una forma de encajar o sentirse aceptadas dentro de una determinada norma estética.

Cultura de la imagen corporal: Vivimos en una sociedad donde la estética física juega un papel central, especialmente a través de la imagen digital que se presenta en plataformas como Instagram, Facebook y YouTube. Esto puede llevar a algunos pacientes a adoptar procedimientos estéticos como una forma de adaptarse a los ideales culturales de belleza, incluso si no hay problemas físicos reales.

Evaluación Psicológica Preoperatoria

Es esencial que el cirujano plástico realice una evaluación psicológica adecuada para asegurarse de que el paciente esté en condiciones emocionales y psicológicas óptimas para someterse a una cirugía estética. Una evaluación adecuada puede ayudar a identificar posibles riesgos emocionales o problemas psicológicos que puedan interferir con el éxito de la cirugía.

Evaluación de expectativas realistas:

Un aspecto crucial de la evaluación psicológica es asegurarse de que el paciente tenga expectativas realistas y alcanzables sobre los resultados de la cirugía. La cirugía estética no puede resolver problemas emocionales o psicológicos más profundos, como baja autoestima o trastornos de la imagen corporal. Los pacientes que esperan resultados perfectos o transformaciones drásticas que no son posibles pueden enfrentar decepciones postoperatorias.

Riesgos de insatisfacción: Pacientes con expectativas poco realistas pueden sentir que el procedimiento no cumple con sus expectativas, lo que puede llevar a insatisfacción con los resultados y a trastornos psicológicos postquirúrgicos. Es importante que el cirujano eduque al paciente sobre lo que puede y no puede lograrse con la cirugía.

Trastornos psicológicos y dismorfia corporal:

Algunos pacientes pueden presentar trastornos de la imagen corporal, como la dismorfia corporal, una condición en la que el paciente percibe distorsionadamente su propia apariencia, a menudo enfocándose en defectos pequeños o inexistentes. Este trastorno puede hacer que la persona tenga una necesidad constante de mejorarse físicamente, incluso si no existe una razón estética real.

Cuidado con los pacientes que buscan cirugía sin necesidad médica: En algunos casos, los pacientes pueden solicitar una cirugía estética sin tener una indicación médica clara, sino debido a una preocupación obsesiva por su apariencia. En estos casos, el cirujano debe referir al paciente a un psicólogo o terapeuta especializado para tratar el trastorno de la imagen corporal antes de proceder con la cirugía.

Estado emocional del paciente:

El estado emocional del paciente debe ser evaluado antes de la cirugía. Pacientes que están pasando por períodos de estrés extremo, depresión o ansiedad pueden no ser los mejores candidatos para procedimientos quirúrgicos, ya que su capacidad para hacer frente a la recuperación postoperatoria y los posibles contratiempos puede verse comprometida.

Recuperación emocional postquirúrgica: Los pacientes que atraviesan dificultades emocionales pueden tener una recuperación más difícil después de la cirugía. El cirujano debe asegurarse de que el paciente esté emocionalmente preparado para el proceso quirúrgico y postoperatorio.

Impacto Psicológico Postoperatorio

El impacto emocional de la cirugía estética no termina con el procedimiento. En muchos casos, los pacientes experimentan un aumento significativo de la autoestima y una mejor percepción de su cuerpo después de una abdominoplastia exitosa. Sin embargo, este cambio emocional también puede venir acompañado de desafíos, como el ajuste a la nueva imagen corporal y la adaptación a las expectativas sociales.
Sentimiento de logro y satisfacción:

Muchos pacientes informan una sensación de logro después de la cirugía, ya que logran alcanzar una figura más acorde con sus deseos. Esta satisfacción suele ir acompañada de un aumento en la confianza y la autoaceptación, lo que puede mejorar la calidad de vida en general.

Desafíos postoperatorios:

Sin embargo, algunos pacientes pueden enfrentar dificultades emocionales después de la cirugía, como la ansiedad o el estrés por los resultados de la cirugía o el proceso de recuperación. Además, es importante tener en cuenta los cambios emocionales que pueden ocurrir a medida que los pacientes se adaptan a su nueva apariencia y cómo esto afecta su relación con los demás.

Conclusión

La psicología del paciente estético es una parte esencial del proceso quirúrgico de abdominoplastia. Es crucial que los cirujanos no solo evalúen la salud física del paciente, sino también su bienestar emocional. Comprender las motivaciones psicológicas detrás de la decisión de someterse a una cirugía estética, así como identificar posibles riesgos emocionales o trastornos de la imagen corporal, puede ayudar a garantizar que el paciente esté preparado para el procedimiento y que los resultados sean satisfactorios tanto físicamente como emocionalmente.
 

Fuente Bibliografíca 

Sarwer, D. B., & Cash, T. F. (2008). Psychosocial Considerations in Aesthetic Surgery: The Role of Psychological Evaluation. Aesthetic Surgery Journal, 28(3), 279-286.
Cash, T. F. (2004). Body Image in 2004: Perceptions, Effects, and Implications. Body Image, 1(1), 1-4.
 

 

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