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Fundamentos de Post Operatorios Faciales y Corporales

Por Patricia Gonzalez

Hematomas y Seromas

Los hematomas y seromas son complicaciones comunes en los procedimientos quirúrgicos estéticos. Aunque generalmente no son graves, si no se gestionan adecuadamente pueden retrasar la recuperación, afectar el resultado estético final y aumentar el riesgo de infecciones. Ambos son acumulaciones de líquidos, pero sus características, causas y tratamientos varían. Es fundamental que los estudiantes de estética comprendan la diferencia entre estos dos fenómenos, cómo prevenirlos, y cómo tratarlos cuando ocurren, para garantizar una recuperación exitosa y mejorar la satisfacción del paciente.

Definición de Hematoma y Seroma

Aunque hematomas y seromas son términos que se usan con frecuencia en el ámbito quirúrgico, se refieren a dos tipos diferentes de acumulación de líquidos en el cuerpo:

Hematoma: Es una acumulación de sangre fuera de los vasos sanguíneos, que ocurre cuando los capilares o vasos sanguíneos se rompen debido a un trauma o cirugía. La sangre se acumula en los tejidos circundantes, formando una masa que inicialmente es de color rojo oscuro y luego se vuelve morada, azul y finalmente amarillenta a medida que se reabsorbe.

Seroma: Es una acumulación de líquido claro, similar al suero sanguíneo, en una cavidad creada por una cirugía o lesión. Los seromas son comunes después de cirugías que implican la eliminación de tejido o la creación de espacios vacíos en el cuerpo. Este líquido se acumula en los espacios intersticiales o en los sitios quirúrgicos que no se han cerrado completamente.

Causas y Factores de Riesgo

Los hematomas y seromas pueden desarrollarse debido a diversos factores. A continuación, se detallan las causas comunes y los factores de riesgo asociados con cada uno:

Hematomas: Causas y Factores de Riesgo

Los hematomas suelen formarse cuando los vasos sanguíneos pequeños se rompen y la sangre se acumula en los tejidos cercanos. Las causas comunes de los hematomas postquirúrgicos incluyen:

  • Traumatismo directo: Un golpe o presión directa en la zona de la cirugía puede dañar los vasos sanguíneos y provocar un hematoma.
  • Cirugía invasiva: Procedimientos quirúrgicos que requieren la manipulación o corte de los vasos sanguíneos pueden causar sangrado y la formación de hematomas.
  • Uso de medicamentos anticoagulantes: El uso de medicamentos como la aspirina o los anticoagulantes (heparina, warfarina) aumenta el riesgo de sangrado y, por lo tanto, de hematomas.
  • Condiciones preexistentes: Enfermedades como la hipertensión o trastornos de la coagulación pueden predisponer a la formación de hematomas debido a la fragilidad de los vasos sanguíneos.

Seromas: Causas y Factores de Riesgo

El seroma es más común después de procedimientos quirúrgicos que crean un vacío en los tejidos, especialmente cuando se elimina tejido o cuando la cavidad quirúrgica no se cierra completamente. Las causas comunes de los seromas incluyen:

  • Cirugía que elimina tejido: Cuando se extraen grandes cantidades de tejido, como en la liposucción, la mastectomía o la abdominoplastia, puede haber un vacío en los que se acumula el líquido.
  • Espacios vacíos en los tejidos: La creación de cavidades en el cuerpo, como en las cirugías de contorno corporal, puede resultar en una acumulación de líquido que no tiene una ruta clara para ser reabsorbido.
  • Deficiencia de drenaje adecuado: Si no se instalan drenajes quirúrgicos para evacuar el líquido después de la cirugía, el riesgo de que se forme un seroma aumenta.
  • Inmunidad reducida o inflamación excesiva: Un sistema inmunológico comprometido o una respuesta inflamatoria excesiva puede contribuir a la formación de seromas al interrumpir los mecanismos de reabsorción del líquido.

Síntomas y Diagnóstico

El diagnóstico de un hematoma o seroma se basa en la observación clínica y, en algunos casos, en pruebas adicionales como ecografías o tomografías para evaluar la extensión y la profundidad de la acumulación de líquido.

Hematomas: Síntomas y Diagnóstico

  • Síntomas comunes: El hematoma se presenta como una zona dolorosa, decolorada y sensible al tacto, con hinchazón visible. Con el tiempo, el hematoma cambia de color, pasando de rojo a morado, luego verde, amarillo y finalmente desaparece.
  • Diagnóstico: Los hematomas generalmente se diagnostican de manera visual. En algunos casos, si el hematoma es grande o profundo, se puede realizar una ecografía para evaluar su extensión.

Seromas: Síntomas y Diagnóstico

  • Síntomas comunes: El seroma se presenta como una acumulación de líquido claro o amarillento bajo la piel, que puede ser palpable y móvil. En algunos casos, el seroma no causa dolor, pero sí puede generar una sensación de hinchazón.
  • Diagnóstico: Los seromas pueden ser diagnosticados visualmente, pero en casos más complejos, una ecografía o ultrasonido puede ser necesario para confirmar la presencia de líquido y determinar su volumen.

Tratamiento de Hematomas y Seromas

El tratamiento para hematomas y seromas depende de su tamaño, ubicación y el estado general del paciente. A continuación se describen las estrategias de manejo para cada uno:

Tratamiento de Hematomas

La mayoría de los hematomas se resuelven de manera espontánea, pero en algunos casos, puede ser necesario intervenir para acelerar la recuperación y evitar complicaciones.

  • Reposo y elevación: En los primeros días después de la cirugía, es importante que el paciente descanse y eleve la zona afectada para reducir la hinchazón y la presión sobre la herida.
  • Compresas frías: Aplicar compresas frías en las primeras 48 horas puede ayudar a reducir la inflamación y controlar el dolor.
  • Drenaje quirúrgico: Si el hematoma es grande o persistente, se puede realizar un drenaje quirúrgico para evacuar la sangre acumulada.
  • Medicamentos: En algunos casos, se pueden utilizar analgésicos para controlar el dolor y antiinflamatorios no esteroides (AINEs) para reducir la inflamación.

Tratamiento de Seromas

Los seromas generalmente se resuelven con un tratamiento conservador, pero en algunos casos pueden requerir intervención médica.

  • Drenaje: La primera línea de tratamiento para un seroma persistente es el drenaje del líquido acumulado. Esto puede hacerse a través de la inserción de un drenaje quirúrgico o mediante aspiración con una aguja.
  • Compresión: El uso de prendas de compresión después de la cirugía puede ayudar a prevenir la formación de seromas y promover la reabsorción del líquido.
  • Medicamentos antiinflamatorios: Para reducir la inflamación, pueden indicarse medicamentos antiinflamatorios como los AINEs.
  • Intervención quirúrgica: Si el seroma persiste o se vuelve recurrente, se puede considerar una intervención quirúrgica para eliminar la cavidad o el tejido que está causando la acumulación de líquido.

Prevención de Hematomas y Seromas

La prevención de estas complicaciones es esencial en el cuidado postoperatorio estético. A continuación se describen algunas estrategias para prevenir la formación de hematomas y seromas:

 Prevención de Hematomas

Uso de técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas: Siempre que sea posible, utilizar técnicas quirúrgicas menos invasivas para reducir el daño a los vasos sanguíneos.

  • Control de la coagulación: En pacientes que toman anticoagulantes o que tienen trastornos de coagulación, se debe ajustar el tratamiento y monitorear los niveles de coagulación antes y después de la cirugía.
  • Evitar traumatismos postquirúrgicos: Instruir al paciente sobre la importancia de evitar movimientos bruscos o presionar las zonas quirúrgicas.

Prevención de Seromas

  • Drenajes quirúrgicos: El uso adecuado de drenajes puede evitar la acumulación de líquido en áreas vacías.
  • Compresión postoperatoria: La compresión adecuada de la zona tratada puede prevenir la formación de seromas y facilitar la reabsorción de líquidos.
  • Educación al paciente: Informar al paciente sobre la importancia de evitar actividades que puedan provocar la acumulación de líquido en la zona quirúrgica, como levantar pesas o realizar movimientos que estiren la piel.

Conclusión

El manejo adecuado de los hematomas y seromas es esencial en la práctica estética para asegurar una recuperación óptima y evitar complicaciones a largo plazo. Estos fenómenos son comunes, pero con una planificación adecuada y una intervención temprana, pueden ser controlados eficazmente. La educación del paciente sobre las medidas preventivas y la importancia de seguir las instrucciones postquirúrgicas es fundamental para minimizar estos problemas. Además, el profesional de estética debe estar bien informado sobre los tratamientos disponibles para tratar y prevenir estas complicaciones, garantizando una recuperación satisfactoria y una experiencia positiva para el paciente.

Fuente Bibliográfica 

Mavroforou, A., Mylonas, K., Michalodimitrakis, E., & Michalodimitrakis, M. (2006). Hematoma and seroma formation after surgery: epidemiology, pathophysiology and prevention. European Journal of Trauma and Emergency Surgery, 32(2), 143-149. https://doi.org/10.1007/s00068-006-5022-1
Woodward, J. M., & Bhat, S. (2012). The role of ultrasound in diagnosing postoperative complications after plastic surgery. Clinical Radiology, 67(5), 433-438. https://doi.org/10.1016/j.crad.2011.12.005

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