Loading.....
Regístrate GRATIS y obtén:
  • Acceso al primer curso de la carrera de Estética Integral.
  • Sitio web para promocionar tus servicios.
  • Asesoría para impulsar tu negocio online.
  • Herramienta CRM de ventas.

Postoperatorio - Liposucción

Por Patricia Gonzalez

Impacto Psicológico de la Liposucción en el Paciente

Toda intervención estética modifica, además del cuerpo, la estructura simbólica que el paciente ha construido sobre sí mismo. El cuerpo intervenido ya no es el mismo cuerpo con el que el paciente negoció autoestima, relaciones y pertenencia.

  • Este “duelo corporal” puede generar:
  • Desconcierto al verse “diferente”.
  • Incertidumbre sobre la identidad física.
  • Comparación constante con expectativas no cumplidas.
  • Fragilidad en la validación externa.

El esteticista debe entender que el resultado visible y la aceptación interna pueden avanzar a ritmos diferentes.

El duelo estético: fases emocionales del postoperatorio

Inspirado en el modelo de Kübler-Ross, el paciente puede transitar por:

  • Negación: “No veo ningún cambio.”
  • Ira: “No era lo que me prometieron.”
  • Negociación: “Si me hago un tratamiento más, tal vez mejore.”
  • Depresión: “No me siento cómodo en mi cuerpo.”
  • Aceptación: “Me reconozco, y quiero cuidar lo que logré.”

Este proceso no siempre es lineal. El esteticista puede actuar como acompañante activo, ayudando al paciente a verbalizar emociones, validar sus dudas y normalizar sus procesos internos.

Trastornos de la imagen corporal inducidos o exacerbados

Algunos pacientes pueden experimentar trastornos como:

  • Dismorfia corporal postquirúrgica: percepción exagerada de imperfecciones mínimas o inexistentes.
  • Síndrome del espejo roto: incapacidad para adaptarse a la nueva imagen, generando rechazo o aislamiento.
  • Vigorexia postquirúrgica: necesidad compulsiva de controlar el cuerpo mediante ejercicios extremos o nuevos procedimientos.
  • Depresión postestética: tristeza profunda al no alcanzar la idealización del “nuevo yo”.

Factores de riesgo:

  • Baja autoestima preexistente.
  • Influencia mediática o redes sociales.
  • Poca preparación emocional antes de la cirugía.
  • Cirugías múltiples o adicción al bisturí.

Expectativas vs. realidad: el riesgo de la sobrepromesa

Muchas insatisfacciones no provienen del resultado quirúrgico, sino de la diferencia entre la expectativa y la experiencia real.

Ejemplos:

  • Esperar una “vida nueva” solo por cambiar el cuerpo.
  • Suponer que la liposucción reemplaza el ejercicio.
  • Compararse con influencers que no muestran el proceso completo.

Estrategia educativa del esteticista:

  • Uso de lenguaje realista.
  • Presentación de resultados parciales y progresivos.
  • Acompañamiento visual con fotografía clínica, no editada.
  • Refuerzo del valor del proceso, no solo del resultado.

Impacto emocional según tipo de paciente

No todos los pacientes responden igual. El impacto psicológico varía según:

  • Sexo: Los hombres tienden a centrarse en funcionalidad, las mujeres en aceptación y estética.
  • Edad: En jóvenes predomina la presión social; en mayores, el deseo de renovación o control de envejecimiento.
  • Contexto emocional: Personas con rupturas afectivas recientes, duelos o transiciones vitales tienden a mayor sensibilidad.

El esteticista debe adaptar su lenguaje, empatía y ritmo de intervención al perfil psicológico del paciente.

Rol del esteticista como agente psicoeducador

Aunque no es terapeuta, el esteticista puede contribuir a:

  • Detectar síntomas de alerta emocional.
  • Crear espacios seguros de expresión.
  • Sugerir rutinas de autocuidado emocional (respiración consciente, diario corporal, música funcional).
  • Derivar oportunamente a profesionales de salud mental.

Técnicas de apoyo estético emocional:

  • Ritual de reencuentro con el cuerpo (primer vistazo acompañado).
  • Protocolo “Mi cuerpo, mi historia” (registro narrativo del cambio).
  • Sesiones multisensoriales con texturas, aromas y sonidos positivos.

Psicología del paciente que “no ve resultados”

Algunos pacientes afirman no percibir cambios, incluso cuando los hay objetivamente. Esto puede deberse a:

  • Negación como defensa psicológica.
  • Depresión postoperatoria leve.
  • Trastorno de percepción corporal.
  • Deseo inconsciente de castigo o autosabotaje.

Recomendaciones para el esteticista:

  • No contradecir con agresividad.
  • Mostrar fotografías evolutivas comparativas.
  • Validar su sentir: “Entiendo que aún no lo ves claro.”
  • Derivar si persiste la percepción distorsionada.

Influencia de redes sociales e idealización estética

Las plataformas como Instagram o TikTok moldean el deseo estético. Filtros, cuerpos irreales y ediciones invisibles generan:

  • Presión de lograr resultados inmediatos.
  • Sensación de fracaso si no se obtiene el “cuerpo perfecto”.
  • Ansiedad por no “encajar” en estándares irreales.

Estrategia del esteticista:

  • Educar sobre edición digital y percepción estética.
  • Mostrar ejemplos reales, sin filtros.
  • Crear una narrativa estética humana, no solo visual.

Síndrome postlogro: ¿y ahora qué?

Después de alcanzar el objetivo estético (ej. abdomen plano, flancos definidos), el paciente puede experimentar:

  • Vacío existencial: “Ya lo logré, pero sigo sintiéndome igual.”
  • Ansiedad por mantener el resultado.
  • Búsqueda compulsiva de nuevas intervenciones.

Prevención:

  • Incluir metas más allá del cuerpo (bienestar, autoestima, metas funcionales).
  • Reforzar la idea de que el cuerpo es parte del todo, no su totalidad.
  • Proponer hábitos sostenibles, no adictivos.

Protocolo de acompañamiento emocional en estética integral

Propuesta de cinco fases:

  • Escucha activa (pre intervención): detectar señales emocionales.
  • Contención postoperatoria: facilitar verbalización emocional.
  • Educación visual progresiva: mostrar avances con respeto.
  • Refuerzo positivo realista: acompañar logros y validar dificultades.
  • Derivación ética: si se detectan trastornos de imagen o síntomas ansiosos/depresivos.

Conclusión

El cuerpo no solo se transforma en lo físico, sino en la mente que lo habita. Comprender el impacto psicológico de la liposucción permite al esteticista actuar con sensibilidad, ética y efectividad. Un acompañamiento emocional adecuado no solo mejora la experiencia del paciente, sino que optimiza su resultado estético real y percibido.

Fuente Bibliografíca

Sarwer, D. B., Cash, T. F., & Magee, L. (2005).
Body image, cosmetic surgery, and psychological functioning: A conceptual and empirical review.
Clinical Psychology Review, 25(3), 295–312.
https://doi.org/10.1016/j.cpr.2004.12.003
Honigman, R. J., & Phillips, K. A. (2004).
A review of psychosocial outcomes for patients seeking cosmetic surgery.
Plastic and Reconstructive Surgery, 113(4), 1229–1237.
Pruzinsky, T., & Cash, T. F. (2002).
Body Image: A Handbook of Theory, Research, and Clinical Practice.
Guilford Press.

 

Aportes y preguntas

¿Algo no quedó claro en la clase? ¿Tienes ideas para compartir? Este es el lugar para hacerlo.

Espero estés disfrutando de esta clase

¿Quieres que mi equipo te ayude a crecer en estética integral? Agenda una llamada.

Agendar