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Post operatorios en cirugías faciales: Otoplastia

Por Patricia Gonzalez

Manejo de hematomas e infecciones

En el contexto quirúrgico de la otoplastia, los hematomas y las infecciones representan complicaciones frecuentes que pueden comprometer los resultados estéticos y la integridad de los tejidos si no se abordan oportunamente. Para el profesional de la salud estética, comprender la evolución clínica de estos eventos, su abordaje médico y los cuidados estéticos complementarios es clave para brindar un acompañamiento seguro, ético y eficaz al paciente en recuperación.

Hematomas

Los hematomas consisten en la acumulación de sangre en los espacios tejidos tras la cirugía, generalmente entre el cartílago auricular y la piel. Esta condición se presenta con inflamación localizada, dolor, aumento de la temperatura y, en algunos casos, una coloración azulada o violácea. Si no se drenan a tiempo, pueden derivar en necrosis cutánea, infección secundaria o deformidades permanentes.

Identificación y Diagnóstico

La detección temprana es esencial. Un hematoma suele manifestarse en las primeras 24 a 48 horas después de la cirugía. El examen físico es la herramienta principal, aunque en casos dudosos se puede utilizar ultrasonido para confirmar la localización y el volumen de sangre acumulada. La resonancia magnética se reserva para casos más complejos.


Drenaje Quirúrgico

Cuando el hematoma es significativo, se requiere una incisión controlada para evacuar la sangre acumulada. El procedimiento debe realizarse bajo condiciones estériles y puede acompañarse de irrigación con solución salina. El drenaje temprano reduce la presión interna, mejora la oxigenación del tejido y minimiza el riesgo de fibrosis.


Vendaje Compresivo

Una vez drenado el hematoma, se aplica un vendaje compresivo adecuado que mantenga los tejidos en contacto, facilite la adherencia cutáneo-cartilaginosa y prevenga nuevas acumulaciones. Estos vendajes deben ser ajustados, pero no excesivamente apretados para no comprometer la circulación.


Monitorización y Cuidado Continuo

El seguimiento clínico es obligatorio. Se debe evaluar la evolución de la herida, la aparición de nuevos signos inflamatorios o molestias, y realizar controles sucesivos para garantizar la resolución completa del hematoma. En este punto, el profesional estético puede colaborar con técnicas que mejoren el flujo linfático, siempre bajo autorización médica.

Infecciones

Las infecciones postquirúrgicas se originan por la proliferación de bacterias en el sitio operatorio. Pueden ser superficiales o profundas, y si no se tratan adecuadamente, pueden extenderse al cartílago (pericondritis), lo cual representa una urgencia médica.


Antibióticos de Primera Línea

Dependiendo del grado de infección, se pueden utilizar antibióticos orales (como amoxicilina con ácido clavulánico o clindamicina) o antibióticos intravenosos en casos más severos. La elección del fármaco depende del tipo de microorganismo sospechoso, la respuesta clínica y la historia médica del paciente. Es imprescindible que el tratamiento se complete sin interrupciones.


Drenaje de Abscesos

Cuando la infección genera una acumulación de pus, conocida como absceso, es necesario realizar una incisión quirúrgica para evacuar el material purulento. Posteriormente, se puede colocar un drenaje temporal para evitar que la cavidad se cierre prematuramente.


Limpieza Aséptica de la Herida

La herida debe mantenerse limpia con soluciones antisépticas como clorhexidina o povidona yodada. Esta limpieza debe ser delicada, evitando fricción excesiva o presión. La técnica debe seguir normas estrictas de asepsia para prevenir reinfecciones.


Seguimiento Médico Especializado

El cirujano debe evaluar periódicamente el proceso de recuperación. En función de la evolución clínica, puede decidir extender o modificar la terapia antibiótica, realizar cultivos microbiológicos, o programar una intervención quirúrgica de revisión.

El manejo de complicaciones como los hematomas y las infecciones no solo representa un conocimiento clínico, sino una oportunidad de intervenir de forma ética y responsable dentro del campo estético. Aunque la resolución médica recae en el cirujano, el esteticista puede cumplir un rol complementario valioso, siempre en comunicación y coordinación con el equipo médico.

Desde el uso correcto de vendajes de soporte hasta la aplicación de cuidados tópicos recomendados y técnicas como el drenaje linfático manual (cuando está indicado), tu labor es apoyar el proceso de cicatrización, identificar signos tempranos de alarma y guiar al paciente en el autocuidado.

Además, puedes educar al paciente sobre la importancia del descanso, la higiene diaria, la nutrición adecuada para la regeneración de tejidos, y el impacto del estrés en la cicatrización. El acompañamiento emocional también es crucial, ya que muchos pacientes experimentan ansiedad ante cambios visibles temporales.

Tu compromiso como profesional en formación en CIFES no se limita al resultado estético, sino al bienestar integral del paciente. Serás parte del equipo que no solo embellece, sino que cuida, sostiene y transforma vidas con conocimiento, sensibilidad y profesionalismo.

Fuentes Bibliográficas 

American Society of Plastic Surgeons – Ear Surgery (Otoplasty) https://www.plasticsurgery.org/cosmetic-procedures/ear-surgery
Manual de Cirugía Plástica y Reconstructiva – Vol. II, Ed. Médica Panamericana
https://www.medicapanamericana.com
Revista Iberoamericana de Cirugía Plástica – Complicaciones en Otoplastia https://www.researchgate.net/journal/Revista-Iberoamericana-de-Cirugia-Plastica
 

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