Loading.....
Regístrate GRATIS y obtén:
  • Acceso al primer curso de la carrera de Estética Integral.
  • Sitio web para promocionar tus servicios.
  • Asesoría para impulsar tu negocio online.
  • Herramienta CRM de ventas.

Morfofisiología II

Por Karen Zarate

Sentido del Tacto

Bienvenidos al módulo sobre el sentido del tacto, un sentido esencial para nuestra interacción con el entorno y para la percepción de diversas sensaciones que influyen directamente en nuestra calidad de vida. En esta clase, exploraremos la anatomía de la piel, los receptores táctiles y las funciones del sistema somatosensorial, comprendiendo cómo la piel, como el órgano sensorial más grande del cuerpo, juega un papel fundamental en la detección de estímulos. Este conocimiento es esencial para los estudiantes de cosmetología integral, ya que la piel es la base de todos los tratamientos estéticos y entender su funcionamiento nos permitirá ofrecer una atención más eficaz y personalizada a nuestros pacientes.

El sentido del tacto nos permite percibir una amplia variedad de estímulos provenientes del entorno, como la presión, el dolor, la temperatura y las vibraciones. Estos estímulos son fundamentales para nuestra supervivencia y bienestar, ya que nos permiten reaccionar ante posibles amenazas, como el dolor o el calor, y también disfrutar de la sensación de suavidad, confort o relajación. En esta clase, nos adentraremos en la anatomía de la piel, el órgano que alberga los receptores táctiles, y explicaremos cómo estos receptores envían señales al cerebro para interpretar las sensaciones. Además, comprenderemos cómo el sistema somatosensorial, que integra las señales táctiles, térmicas y dolorosas, juega un papel crucial en nuestra percepción sensorial. Este conocimiento es clave para los futuros profesionales de la estética, ya que muchos tratamientos implican la estimulación de la piel y el tacto para mejorar la experiencia del paciente.

Funciones del Sistema Somatosensorial

El sistema somatosensorial es un complejo conjunto de mecanismos que permite percibir las sensaciones provenientes de la piel, los músculos, las articulaciones y los órganos internos. El sistema somatosensorial incluye las siguientes funciones:

  • Percepción táctil: El sentido del tacto nos permite percibir estímulos como la presión, la vibración, la textura y la temperatura. Esta función es esencial para interactuar con el entorno, identificar objetos y realizar tareas diarias.

  • Percepción del dolor: El sistema somatosensorial también está involucrado en la detección del dolor, un mecanismo de defensa que nos avisa cuando algo en nuestro cuerpo puede estar siendo dañado. Este sentido es crucial para evitar lesiones y promover la protección del cuerpo.

  • Percepción de la temperatura: Los receptores térmicos en la piel nos permiten detectar cambios de temperatura y ajustar nuestra respuesta para mantener la homeostasis corporal, como retirarnos de una fuente de calor o añadir ropa adicional en un clima frío.

  • Propiocepción: Este es el sentido que nos permite percibir la posición y el movimiento de nuestras extremidades y otras partes del cuerpo, sin necesidad de mirarlas. Gracias a la propiocepción, podemos realizar actividades como caminar, escribir o hacer ejercicio con precisión.

  • Integración sensorial: El sistema somatosensorial no solo procesa la información táctil, térmica y dolorosa, sino que también la integra con otros sistemas sensoriales, como el visual y el auditivo, permitiendo una percepción coherente del entorno y facilitando las respuestas motoras adecuadas.

Sentido del Tacto: Anatomía de la Piel

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y tiene varias funciones, incluida la protección, la regulación de la temperatura y, por supuesto, la percepción sensorial. Está formada por tres capas principales: la epidermis y la dermis. 

  • Epidermis: Es la capa externa de la piel y está formada principalmente por células llamadas queratinocitos. Esta capa es responsable de la protección frente a factores ambientales como el sol, la contaminación y los microorganismos. Aunque la epidermis es bastante delgada, contiene estructuras especializadas, como los melanocitos, que producen melanina y protegen contra los daños solares.

  • Dermis: Se encuentra debajo de la epidermis y es más gruesa. Contiene los folículos pilosos, las glándulas sudoríparas y las glándulas sebáceas. La dermis también alberga los receptores táctiles, responsables de captar los estímulos del ambiente. Esta capa es vital para la circulación sanguínea, ya que contiene los vasos sanguíneos que nutren la piel.

     

Créditos Imágenes 
Anatomía y Fisiología Humana
Autora: Elaine N. Marieb, R.N., Ph.D.

 

Receptores de la piel

Los receptores de la piel son estructuras especializadas ubicadas en la dermis y la epidermis que permiten al cuerpo detectar y responder a diversos estímulos del entorno. Estos receptores son fundamentales para la percepción sensorial, ya que convierten los estímulos físicos (como presión, temperatura, dolor y vibración) en señales eléctricas que se envían al cerebro para su interpretación. Los receptores de la piel se clasifican en diferentes tipos, según el tipo de estímulo al que responden:

Según la naturaleza del estímulo, los receptores sensoriales cutáneos pueden agruparse en las siguientes categorías:

1. Receptores táctiles (mecanorreceptores de superficie)

Estos receptores están especializados en detectar estímulos mecánicos leves como el contacto superficial, la presión ligera y la vibración de baja intensidad. Son fundamentales en el tacto fino, esencial para procedimientos como masajes faciales, limpieza manual, aplicación de cosméticos o técnicas relajantes.

  • Corpúsculos de Meissner

Localizados en la dermis papilar, especialmente en zonas de alta sensibilidad como las yemas de los dedos, labios y palmas. Detectan presión leve y vibraciones de baja frecuencia. Su rápida adaptación les permite captar cambios momentáneos, como el roce o la caricia.

  • Discos de Merkel

Situados en la capa basal de la epidermis, estos receptores responden a la presión constante y la textura. Son esenciales para el reconocimiento de formas, contornos y estructuras superficiales, lo cual tiene aplicaciones en la exploración manual y la evaluación sensorial del tejido cutáneo.

2. Receptores de presión profunda

Estos receptores están diseñados para detectar estímulos más intensos y de mayor profundidad. Participan en la percepción de vibraciones de alta frecuencia y compresión mecánica fuerte, como puede ocurrir durante la aplicación de aparatología estética o masajes profundos.

  • Corpúsculos de Pacini

Ubicados en la dermis profunda y la hipodermis, incluso alrededor de articulaciones y órganos internos. Son altamente sensibles a la presión intensa y a vibraciones rápidas, cumpliendo un papel esencial en la detección de estímulos profundos y breves.

3. Receptores térmicos

Los termorreceptores son neuronas especializadas que detectan variaciones de temperatura. Su función es esencial para el mantenimiento de la homeostasis térmica y para generar respuestas de protección ante ambientes extremos. Se activan dentro de rangos específicos de temperatura, y su estimulación influye en la sensación de confort o incomodidad térmica durante un tratamiento estético.

  • Corpúsculos de Ruffini

Localizados en la dermis profunda, responden a temperaturas cálidas entre treinta y cuarenta y cinco grados Celsius. Su activación está relacionada con la percepción del calor sostenido y son importantes en terapias como la termoterapia o el uso de compresas calientes.

  • Bulbos terminales de Krause

Se encuentran en mucosas y regiones cutáneas expuestas al frío. Están especializados en la percepción de temperaturas bajas o frío leve, típicamente por debajo de los veinte grados Celsius. Intervienen en tratamientos como la crioterapia o la aplicación de frío localizado.

4. Receptores del dolor (nociceptores)

Los nociceptores son terminaciones nerviosas libres especializadas en detectar estímulos dañinos o potencialmente lesivos. Su activación genera la sensación de dolor, una señal de advertencia que protege al cuerpo de lesiones y daños tisulares.

Se activan ante diversos tipos de estímulos:

  • Mecánicos: como golpes o presión excesiva.
  • Térmicos: como temperaturas extremas.
  • Químicos: como sustancias irritantes, aplicadas accidentalmente o reacciones alérgicas.

 

Conclusión

El sentido del tacto y el sistema somatosensorial son fundamentales para nuestra interacción con el mundo. La anatomía de la piel y los receptores táctiles nos permiten percibir una amplia variedad de estímulos y reaccionar de manera adecuada para proteger nuestro cuerpo y disfrutar de las experiencias sensoriales. En el ámbito de la cosmetología integral, comprender cómo funcionan estos mecanismos sensoriales es esencial para proporcionar tratamientos efectivos y personalizados que promuevan el bienestar físico y emocional de los pacientes.

 

Fuentes Bibliográficas 

Tortora, G. J., & Derrickson, B. H. (2018). Principios de anatomía y fisiología (15.ª ed.). Editorial Médica Panamericana.

Marieb, E. N., & Hoehn, K. (2019). Anatomía y fisiología (6.ª ed. en español). Pearson Educación. 

Netter, F. H. (2007). Atlas de anatomía humana (4.ª ed.). Elsevier Masson.

Aportes y preguntas

¿Algo no quedó claro en la clase? ¿Tienes ideas para compartir? Este es el lugar para hacerlo.

Espero estés disfrutando de esta clase

¿Quieres que mi equipo te ayude a crecer en estética integral? Agenda una llamada.

Agendar
Morfofisiología II

Morfofisiología II

CORRECTO Principios Básicos de Morfología y Fisiología Aplicada a la Estética Facial

Morfofisiología del Sistema Esquelético Aplicado a la Estética Facial

Morfofisiología del Sistema Muscular Aplicado a la Estética Facial

Morfofisiología del Sistema Circulatorio Aplicado a la Estética Facial

Morfofisiología del Sistema Nervioso Aplicado a la Estética Facial

Morfofisiología del Sistema Linfático Aplicado a la Estética Facial

Los Órganos de los Sentidos: Claves de Nuestra Percepción