La microdermoabrasión se encarga de exfoliar la piel, logrando realizar una profunda limpieza cutánea gracias a la eliminación de células muertas, grasa y puntos negros acumulados. Además, también se encarga de disminuir el tamaño de los poros, mejorando la textura áspera del rostro y atenúa cicatrices para así obtener una piel uniforme y suave.
 

Este a su vez es un tipo de peeling mecánico, el cual funciona muy bien en prácticamente todos los tipos de piel, además, no solo se puede llevar a cabo en la zona facial, la microdermoabrasión también se puede realizar en otras zonas del cuerpo como el cuello, espalda, escote y pecho.

Para llevar a cabo este tipo de tratamiento estético, se hace uso de aparatología, entre las cuales existen dos tipos:

• Microdermoabrasión con punta de diamante: se trata de un equipo de última tecnología, por lo que no es de extrañar que sea el equipo con mayor popularidad debido a que ofrece mejores resultados; este equipo posee una punta en forma de diamante, la cual se encarga de llevar a cabo una rápida exfoliación que además es más profunda e indolora.

• Microdermoabrasión con cristales de aluminio: se trata de un equipo que expele cristales de óxido de aluminio aspirando a su paso las células muertas, este dispositivo cuenta con 3 cabezales de zafiro, los cuales se encargan de activar la circulación de la piel, logrando estimular la renovación celular.

Cabe destacar el hecho de que al utilizar el equipo con cristales de aluminio se corre el riesgo de que queden residuos de los mismos, mientras que con el dispositivo de punta de diamante no hay riesgo alguno; es por ello que los especialistas al momento de llevar a cabo una microderoabrasión no dudan en utilizar el equipo con punta de diamante.
 

Se puede decir que la mayor ventaja que ofrece este tratamiento estético es que no se trata de un procedimiento invasivo, por lo que no represente un riesgo para el paciente.