Técnicas de extracción y preparación de PIL

Algo que no puede faltar tanto en este como en cualquier otro tratamiento estético es la higiene. A pesar de que el paciente llegue con la piel aparentemente limpia, igualmente es necesario realizar una breve limpieza con el fin de retirar todas aquellas impurezas y rastros de contaminación. Una vez el rostro esté impecable podremos dar inicio con el tratamiento.

Ahora, ¿cuándo es necesario una extracción?, esto es algo que se debe realizar solo cuando hay presencia de puntos negros o blancos. En el caso de tener un acné o protuberancia que no ha madurado o que no esté lista para extraer, simplemente no se debe insistir, pues se lastimaría la piel en vano, aumentaría el riesgo de cicatrices y causaría dolor innecesario.

Por ello es muy importante reconocer estas condiciones, por ejemplo en el caso de los puntos negros son fáciles de reconocer, ya que se trata de pequeños puntos negros que, generalmente, se encuentran en la zona de la nariz, debido a que allí suele concentrarse mayor cantidad de sebo.

Ahora, en el caso de los puntos blancos o comedones cerrados, simplemente son aquellas protuberancias blancas, las cuales están listas para extraer y, muchas personas cometen el típico error de hacerlo directamente con los dedos sin una adecuada limpieza ni con los instrumentos correctos. Es por ello que, en ocasiones, el problema regresa y en otras empeora.

¿Cuáles son las herramientas utilizadas para la extracción?, manuales, extractores electrónicos y de succión, siendo este último el más recomendado, debido a su fácil utilización, adaptabilidad a cualquier caso y excepcionales resultados.

Tras la extracción de este tipo de impurezas se podrá apreciar una piel radiante y limpia, por lo que no es de extrañar que sea uno de los procedimientos más solicitados, pues los efectos son inmediatos.