Protocolos con IPL

Antes de cualquier protocolo en estética, debes llevar a cabo un diagnóstico, ya que de esta manera verificas que la piel se encuentre en buenas condiciones para recibir el tratamiento, dichas condiciones deben ser no presentar cortaduras, quemaduras, irritaciones o estar bronceada. Pero además, el diagnóstico permite analizar cuál es el fototipo cutáneo del paciente según la escala de Fitzpatrick y, de esta manera, se podrá realizar las respectivas configuraciones del equipo.

Pero, ¿cuál es la escala de Fitzpatrick?, se trata de un esquema de clasificación numérica para el color de la piel humana. Fue desarrollado en 1975 por el dermatólogo estadounidense Thomas B. Fitzpatrick como un método para estimar la respuesta de diferentes tipos de piel a la luz ultravioleta. Hoy en día es muy utilizada en estética con el fin de adecuar los tratamientos según el tipo de piel y, de esta manera, obtener mejores resultados.

Cada uno de los fototipos en esta escala tienen ciertas condiciones específicas que permiten diferenciarlos unos de otros, de esta manera se puede tener un diagnóstico más preciso, a continuación te mostramos cada uno de los fototipos:
 

• Tipo I: se presenta en personas de raza albina, caucásica, de cabello rojo o rubio, ojos azules, con pecas, piel rosada o muy pálida. Las personas con este fototipo suelen quemarse con mucha facilidad al exponerse al sol, nunca se broncean, por lo que requieren más cuidados y deben usar los bloqueadores solares con la máxima protección.

• Tipo II: se presenta en personas de razas caucásicas, pieles blancas, cabello rubio, ojos azules, verdes o avellana. Pueden llegar a broncearse lentamente, llegando a tener un tono levemente moreno, casi imperceptible en la mayoría de los casos, requieren protección solar alta.

• Tipo III: se presenta en personas descendientes de Europa central, con tonos aceitunados en algunos mediterráneos y tono amarillo en asiáticos, tienden a tener cabello rubio o castaño claro, color de ojos verdes o marrones, durante la exposición solar en verano pueden broncearse, requieren protección solar media.

• Tipo IV: se presenta en personas descendientes de zonas mediterráneas o americanas. Piel morena clara, cabello castaño, ojos marrones. No presenta pecas y no suelen tener problemas para broncearse, ya que su piel adopta una tonalidad dorada con facilidad, requieren protección solar media - baja.

• Tipo V: se presenta en personas del Medio Oriente, Asiáticos y Latinos. Se caracterizan por una piel morena oscura, ojos y cabello color marrón oscuro o negro. Se broncean con muchísima facilidad y no es necesario que se expongan mucho al sol para estar morenos. Es muy raro que se quemen, requieren una protección solar mínima.

• Tipo VI: se presenta en personas Africanas y Afroamericanos. Su piel es negra, los ojos y cabello son de color marrón muy oscuro o negro. Es casi imposible que se quemen, se broncean fácilmente, pues tienen una piel muy pigmentada y, de hecho, la protección solar no es necesaria.

Una vez determinado el fototipo cutáneo, ya solo queda llevar a cabo una limpieza básica de la piel del paciente, para lo cual debes utilizar productos de acuerdo al biotipo cutáneo; es decir, debes determinar si tu paciente tiene piel seca, grasa, mixta (presenta grasa en la zona de la frente, nariz y mentón y el resto del rostro es de piel seca, sensible o normal), sensible o si sencillamente se trata de una piel normal que no presenta ninguna de estas características.

Es así como según el fototipo (color de la piel) y el biotipo (condiciones naturales de la piel) podrás determinar tanto los el tratamiento como los productos a utilizar. Una vez hayas culminado con la aplicación del producto limpiador, continuas con el tónico y exfoliante, todo siempre acorde al tipo de piel.

Una vez la piel esté lista, ya es momento de comenzar con la aplicación del IPL, recuerda que una vez hayas culminado el tratamiento, la protección solar no debe faltar; en estos casos se recomienda una protección alta (50 fps), esto se debe a que la penetración de la luz pulsada intensa deja la piel ligeramente sensible a los rayos UV, siendo necesaria una buena protección.

La aplicación de cada sesión tiene una duración promedio que va de 20 a 45 minutos, dependiendo de las necesidades de cada paciente y recuerda que lo más recomendable es un mínimo de 3 sesiones.