Dermatología Facial - Epidermis

Comencemos por entender que toda profesional de la estética debe poseer un enfoque integral. Para lograr esto, es esencial que conozca la fisiología, anatomía e histología de la piel para el buen diagnóstico y la correcta elección de los tratamientos faciales.

Anatomía de la Piel

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y desempeña funciones vitales para nuestra salud. En promedio, la piel de un adulto tiene una superficie de aproximadamente 1.5 a 2 metros cuadrados. Su grosor varía según la parte del cuerpo; por ejemplo, en la palma de las manos y las plantas de los pies, puede llegar a ser de hasta 4 milímetros, mientras que en otras áreas, como los párpados, puede ser tan delgada como 0.5 milímetros.

En cuanto al peso, la piel de un adulto puede representar entre el 15% y el 20% del peso total del cuerpo, lo que significa que una persona de 70 kg podría tener una piel que pese entre 10 y 14 kg. 

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y lo cubre completamente. Además de servir como protección contra el calor, la luz, las lesiones y las infecciones, la piel también:

• Regula la temperatura del cuerpo

• Almacena agua y grasa

• Es un órgano sensorial

• Impide la pérdida de agua

• Impide el ingreso de bacterias

A lo largo de todo el cuerpo, las características de la piel varían en cuanto a su grosor, color y textura. Por ejemplo, la cabeza contiene más folículos capilares que cualquier otro lugar, mientras que las plantas de los pies y las manos no contienen ninguno (a su vez, estas partes poseen una piel mucho más gruesa que otras áreas del cuerpo).

La piel está formada por las siguientes capas, cada una con funciones específicas:

• Epidermis

• Dermis

• Hipodermis

Epidermis

Es la parte superficial o externa, compuesta por células epiteliales o queranocitos. Ejerce una acción protectora sobre las capas subyacentes, evita la penetración de sustancias orgánicas e inorgánicas y la pérdida de fluidos hacia el exterior.
 

La epidermis se encuentra en actividad constante y se renueva continuamente. Se divide en 5 capas o estratos:
 

• Estrato Córneo: La capa más superficial de la epidermis está formada por células escamosas muertas, planas y delgadas que se desprenden continuamente, siendo reemplazadas por otras. El proceso por el cual las células más profundas de la epidermis se llenan de queratina y se desplazan hacia la superficie de la piel se denomina queratinización. En algunas enfermedades, el proceso de queratinización aumenta anormalmente produciendo una hiperqueratosis, caracterizada por una piel gruesa, poco elástica, que se agrieta con facilidad. La capa córnea apenas permite el paso del agua y de sustancias solubles. Esta barrera se debilita cuando la piel está expuesta al agua por mucho tiempo.

• Estrato Lúcido: También llamada capa transparente, se halla solamente en las partes más gruesas de la epidermis, como, por ejemplo, las palmas de las manos y las plantas de los pies.

• Estrato Granuloso: Las células de este estrato contienen unos gránulos rellenos de una sustancia llamada queratohialina, necesaria para la producción de queratina.

• Estrato Espinoso: Aquí también se encuentran las células de Langerhans, que forman parte del sistema inmunológico.

• Estrato Basal: A veces denominado estrato germinativo. Los melanocitos y las células de Merkel se incrustan en el estrato basal. Los primeros forman el pigmento responsable de la coloración y el bronceado de la piel, la melanina, y las segundas, asociadas con fibras nerviosas, transmiten parte del tacto.

 Células de la Epidermis: Guardianes de Nuestra Piel

La piel, nuestro órgano más extenso, no solo actúa como una barrera protectora, sino que también está compuesta por una variedad de células especializadas que desempeñan funciones cruciales para nuestra salud y bienestar. En este artículo, exploraremos las principales células de la epidermis, desde los queratinocitos, que proporcionan resistencia, hasta los melanocitos, que nos protegen de la radiación solar. Conocer estas células nos ayudará a entender mejor cómo nuestra piel se defiende y se adapta a su entorno. ¡Acompáñanos en este fascinante recorrido por el mundo celular de la epidermis!

Las principales células que se encuentran en la epidermis:

1. Queratinocitos: Son las células más abundantes de la epidermis y se encargan de la producción de queratina, una proteína que proporciona resistencia y protección.

2. Células de Langerhans: Son células del sistema inmunológico que ayudan a detectar y combatir infecciones y sustancias extrañas.

3. Células de Merkel: Son células sensoriales que están involucradas en la percepción del tacto y la presión.

4. Melanocitos: Son las células responsables de la producción de melanina, el pigmento que da color a la piel y protege contra la radiación UV.

El pH Acidez de la Epidermis

El pH de la piel se debe principalmente al ácido láctico y otros ácidos libres presentes en la secreción sudoral. El término pH es la abreviatura de "potencial de Hidrógeno" y se mide en una escala que va del 1 al 14. La acidez de la superficie de la epidermis varía entre un pH de 3,2 y 5,2, dependiendo de diferentes factores como la región del cuerpo, las condiciones fisiológicas, la edad y el sexo. En promedio, una piel normal tiene un pH de 5,5. Esta acidez es fundamental, ya que protege la piel de agresiones microbianas y parasitarias. Además, la evaporación del sudor juega un papel crucial en la regulación del pH; un aumento en la evaporación sudoral puede incrementar la acidez de la transpiración, mientras que la falta de evaporación puede llevar a un aumento de la alcalinidad.