Objetivos y expectativas del tratamiento "Bichectomia"

La bichectomía es una de las intervenciones estéticas más solicitadas por quienes buscan un rostro más esbelto, definido y elegante. El procedimiento, que consiste en la extracción parcial o total de las bolsas de Bichat, tiene un impacto visual importante en la zona media del rostro, particularmente en personas con mejillas prominentes o una estructura facial redondeada.

Sin embargo, como en toda intervención estética, es fundamental diferenciar los objetivos reales del tratamiento de las expectativas que tiene el paciente, muchas veces influenciadas por estándares poco realistas promovidos por redes sociales, fotografías retocadas o celebridades que se convierten en modelos inalcanzables.

En esta clase, profundizaremos en los propósitos reales de la bichectomía, lo que se puede lograr científicamente y los factores que influyen en el grado de satisfacción del paciente. Además, abordaremos el papel fundamental del profesional en estética integral como mediador entre el deseo y la realidad estética.

¿Qué busca lograr la bichectomía?

Los objetivos médicos y estéticos del procedimiento se fundamentan en una serie de cambios estructurales y proporcionales que se producen tras la extracción de las bolsas de Bichat. Estos objetivos deben estar claramente definidos desde el inicio para asegurar una correcta evaluación del resultado.

1. Reducción de volumen en la región media del rostro

El objetivo primario es disminuir el grosor de las mejillas, especialmente en personas con acumulación de tejido graso entre los músculos masetero y buccinador. Esta reducción genera una impresión de mayor verticalidad facial y un contorno más refinado.

Según el estudio de Kim et al. (2020) publicado en Facial Plastic Surgery Clinics, el retiro de las bolsas de Bichat puede disminuir entre 3 y 5 mm el grosor medio facial, un cambio pequeño pero visualmente significativo, especialmente en perfiles fotográficos y frontales.

2. Acentuar la línea mandibular y los pómulos

Al reducir el volumen intermedio de la cara, se genera un efecto óptico de mayor prominencia en las estructuras óseas adyacentes. El arco cigomático (pómulo) y el ángulo mandibular (quijada) se ven más marcados, contribuyendo a una geometría facial triangular o en "V", que es altamente valorada estéticamente.

3. Armonizar proporciones faciales

La bichectomía permite redefinir el balance entre la parte superior, media e inferior del rostro. Es especialmente útil en pacientes que presentan desproporciones visuales entre mejillas prominentes y mentón pequeño o frente angosta.

4. Mejorar la percepción estética sin cirugía mayor

Al ser un procedimiento ambulatorio, intraoral y con baja tasa de complicaciones, se convierte en una alternativa efectiva para pacientes que buscan mejoras visibles sin intervención invasiva o uso de prótesis.

Expectativas comunes en los pacientes

Uno de los desafíos más relevantes en estética facial es la gestión de expectativas. Muchos pacientes acuden al procedimiento motivado por comparaciones con rostros de celebridades, ediciones digitales o creencias erróneas sobre la transformación radical del contorno facial.

Como profesional en estética integral, es fundamental reconocer las expectativas poco realistas y acompañar al paciente en la construcción de una mirada más informada, saludable y realista sobre su rostro.

Expectativas frecuentes (y no siempre realistas):

• Querer parecerse a un rostro famoso.
• Esperar un cambio facial completo solo con esta cirugía.
• Pensar que resolverá inseguridades emocionales profundas.
• Creer que el rostro quedará "fino" instantáneamente sin inflamación.
• Suponer que el resultado será simétrico al cien por ciento.

Nota científica: Un estudio publicado en Aesthetic Surgery Journal (Moreno et al., 2018) indicó que el noventa y uno por ciento de los pacientes que tenían claras expectativas realistas manifestaron estar satisfechos con el resultado. En contraste, aquellos con expectativas idealizadas o basadas en modelos ajenos, mostraron mayor índice de frustración postoperatoria, incluso con buenos resultados técnicos.

Factores que determinan los resultados visibles

1. Tipo de rostro

Los pacientes con rostros redondeados (mesofaciales o braquifaciales) tienden a mostrar un cambio más evidente tras la intervención. Por el contrario, en personas con rostro alargado o delgado, el efecto puede ser mínimo e incluso contraproducente.

2. Edad

En pacientes jóvenes (entre 18 y 35 años), la elasticidad de los tejidos y la presencia natural de grasa facial permiten mejores resultados. En pacientes mayores de 40, el riesgo de hundimiento prematuro aumenta y el resultado puede parecer un signo de envejecimiento.

3. Grosor de la piel y proporciones faciales

El tipo de piel también influye. Pieles gruesas o con flacidez pueden no mostrar un resultado definido, ya que la grasa no es el único elemento que contribuye al volumen facial.

4. Técnica quirúrgica

El abordaje intraoral adecuado, el control del sangrado, la resección parcial en lugar de total y la simetría durante la extracción son determinantes en el éxito estético del procedimiento.

Riesgos de una expectativa mal gestionada

Cuando no se establecen expectativas claras, pueden presentarse consecuencias negativas, incluso si el procedimiento fue técnicamente exitoso:

• Insatisfacción estética subjetiva.
• Búsqueda compulsiva de nuevas cirugías.
• Síndrome del rostro vacío (cuando se remueve demasiada grasa facial).
• Conflictos legales o reputacionales para el centro estético o el cirujano.

La Asociación Americana de Cirugía Estética (ASAPS) ha recalcado la importancia del consentimiento informado no solo en términos médicos, sino también psicológicos. Aconseja que los pacientes comprendan de manera clara y gráfica los posibles resultados y limitaciones.

El rol del profesional en estética integral

En tu rol como esteticista integral, no realizarás la intervención, pero sí tendrás contacto cercano con el paciente durante el antes y después de la cirugía. Esto te convierte en una figura clave para:

• Escuchar sus motivaciones de forma empática.
• Orientar hacia objetivos saludables y alcanzables.
• Acompañar el proceso de aceptación del resultado.
• Aplicar tratamientos complementarios como drenaje linfático, radiofrecuencia y cosmética regeneradora para optimizar el resultado.

También es importante identificar si el paciente presenta señales de inestabilidad emocional, dismorfia corporal o dependencia estética, casos que deben ser abordados con el equipo médico o psicológico correspondiente.

La importancia de decir “no” cuando corresponde

La ética profesional exige actuar con honestidad. Si el paciente:

• Tiene expectativas irreales.
• Posee un rostro delgado con riesgo de hundimiento.
• Desea modificar su rostro por presión externa.

Entonces, es válido desaconsejar el procedimiento o recomendar una segunda opinión médica. A veces, lo más estético es lo que no se hace.

Reflexión final

Los objetivos del tratamiento con bichectomía son concretos y visibles, pero no mágicos. Este procedimiento puede afinar el rostro, acentuar pómulos y mejorar la proporción facial. Sin embargo, su impacto tiene límites definidos por la biología, la simetría natural y la proporción ósea del paciente.

Como estudiante de CIFES Online, tu tarea es convertir el conocimiento en criterio profesional. No solo aplicar técnicas estéticas, sino formar parte de una nueva generación de profesionales que educan, guían y transforman con ética, empatía y verdad.

Fuente Bibliográficas