Teória Masaje Californiano

El Masaje Californiano se creó en el Instituto Esalen, en Big Sur – California, en los años 60´s. El Instituto Esalen surgió como centro del Movimiento del Potencial Humano que se dedicó a la investigación y desarrollo de técnicas orientadas a la salud y el bienestar psicofísico.

Una de las tantas investigaciones dio como resultado un masaje de movimientos fluidos y envolventes altamente relajantes que preparan el cuerpo para un trabajo minucioso, más en detalle y más profundo, dependiendo de las necesidades de cada persona.

Imagen: este es un masaje terapéutico que inicia con la reflexología podal.

El tacto consciente, la sensibilidad del masajista y el contacto con la persona concentran la clave para saber por dónde deben fluir nuestras manos.
 

Las fuentes de esta técnica de masaje son muy variadas:

• Integración Estructural o Rolfing: Técnica de manipulación profunda del tejido conectivo que busca alinear el cuerpo con la gravedad. Mejora la postura y el aspecto físico, alivia tensiones y dolores y aumenta la flexibilidad y el bienestar personal.

• Método Feldenkrais: Método conocido también como “Autoconciencia por el movimiento” o “Integración funcional”. Desarrollada por el científico israelí Moshé Feldenkrais, quien lo desarrolló tras estudiar la relación que existe entre el movimiento corporal y la manera de pensar, sentir, aprender y actuar en el mundo.

• Método Trager: Son movimientos pasivos que se usan para despertar la mente. Nos permite relacionarnos con nuestro cuerpo y nuestra mente a través de sensaciones positivas y agradables que eliminan los patrones de tensión establecidos en nuestro inconsciente y que limitan el libre movimiento.
   

El masaje californiano tiene efectos estudiados y probados científicamente

En cuanto a la técnica, es una combinación de varias formas de presiones, estiramientos, deslizamientos largos y lentos sobre la piel, fricciones fluidas, amasamientos, escultura de la musculatura profunda, manipulaciones articulares pasivas, hamacados rítmicos, sostenes de integración y expansión, balanceos cráneo-sacros y la precisión puntual del trabajo neuromuscular.

Es un tratamiento con mucho beneficio para personas que han terminado quimioterapia: Ayuda a eliminar el exceso de cortisol presente en el cuerpo tras las sesiones.