Bioseguridad aplicada al cuidado estético de manos y pies

Debes tener presente el hecho de que por muy sencillo y superficial que parezca cualquier tratamiento estético, la higiene siempre ha de ser algo muy importante. Es por ello que debes comenzar por prestar mucha atención en ofrecer un espacio impecable.

Considera como ha de ser la reacción de tu paciente al entrar a ese espacio donde será atendido. Al contar con un lugar que posea un buen protocolo de higiene y bioseguridad, brindará una sensación de confianza y bienestar, esto es precisamente lo que debes reflejar en tu negocio, especialmente tratándose de un emprendimiento en el mundo de la estética y belleza, el cual es un mundo que se caracteriza por conservar una presentación impecable para así ofrecer tratamientos y resultados de calidad.

El lavado de manos, el uso de gel antibacterial o alcohol y el tapabocas son indispensables.

Por otra parte, recuerda que la presentación del espacio donde atenderás a tu paciente no lo es todo, también es muy importante que tú como especialista cuentes con los implementos de bioseguridad tales como tapabocas, lentes y guantes desechables.

Secuencia para una correcta esterilización de materiales.

De esta forma podrás ofrecer una atención segura al contar con los elementos básicos de bioseguridad, siendo esto muy importante de utilizar al momento de llevar a cabo el manicure y pedicure antes del esmaltado, ya que precisamente antes de aplicar el esmalte es cuando se hace uso de instrumentos como el corta cutículas, el cual en algunas ocasiones podría causar un leve sangrado, además dependiendo de las condiciones que presente el paciente en cuanto a enfermedades o patologías en la zona, es necesario evitar el contacto directo para así prevenirnos de algún contagio.

Materiales desechables que no son necesarios esterilizar, pues son de un único uso y materiales que si deben ser esterilizados.

Por último recuerda que tus utensilios de igual forma deben estar impecables, por lo que es necesario que los limpies para eliminar la suciedad visible y luego los desinfectes para de esta manera evitar que cualquier microorganismo pueda convertirse en un agente patógeno que perjudique la integridad de tu paciente.