Protocolo parte II: Hidratación y Exfoliación

La hidratación y exfoliación en el pie es muy importante durante el pedicure, ya que a diferencia de las manos, el pie se encarga de sostener el peso de todo nuestro cuerpo de forma constante y con poco descanso. Además de ello el pie es susceptible a la formación de hongos, por lo que es necesario llevar a cabo una buena asepsia, ten presente que, al final de ella debes dejar el pie completamente seco a fin de evitar la formación de hongos.

Por otra parte, el dolor en los pies es sumamente común, por lo que este tipo de masajes durante el pedicure no puede faltar, recuerda que este es un protocolo que no solo se enfoca en el cuidado de las uñas, ya que incluye el cuidado de todo el pie y para ello nada mejor que ofrecer un momento de relajación al paciente a través de un buen masaje de pies.

Las uñas encarnadas se deben eliminar durante el pedicure para aliviar al paciente.

En el caso de los clientes que lleguen con uñas encarnadas, llevarán un poco más de tiempo, ya que la idea es retirar el exceso de cutícula con mucho cuidado para evitar al máximo que ocurra un sagrado a pesar de que en algunas ocasiones sea inevitable, al menos se reduce el exceso.

Al presentar uñas encarnadas, lo ideal es resolver el problema del paciente, ya que de esa forma podrá sentir alivio y ese es precisamente el enfoque que todo especialista en manicure y pedicure debe tener, conseguir el bienestar del paciente más allá de una buena apariencia estética.

Sin embargo, debes tener presente que en aquellos casos severos, lo ideal es que la persona vaya a un médico, estos casos suelen ser donde la zona esté sumamente inflada y además haya pus, evidenciándose así una infección que además de medicamento podría requerir una pequeña cirugía a fin de resolver la molestia.