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Nutrición
Por Patricia Gonzalez
Dieta Hiposodica
DIETA HIPOSÓDICA
Es una dieta de difícil aceptación para la mayor parte de las personas, porque se asocia con menor palatabilidad, aunque esto no significa que haya que acostumbrarse a comer de una forma más insípida. Es fundamental acostumbrar progresivamente al paladar a una alimentación con menos sal y utilizar todos los recursos posibles para mejorar el sabor y evitar la inapetencia.
Como norma general, para poder hacer una dieta con control de sodio correctamente hay que conocer las principales fuentes alimenticias de sodio y elegir alimentos con bajo o moderado contenido en este nutriente.
FUENTES ALIMENTARIAS DE SODIO
- Sal de mesa (natural, yodada).
- Alimentos a los que se les ha añadido sal o componentes sódicos durante el proceso de elaboración (alimentos procesados).*
- Alimentos que contienen sodio de forma intrínseca.
- Agua embotellada (mirar el contenido de sodio y elegir aguas que tengan una cantidad de sodio inferior o igual al 5% del valor diario recomendado y rechazar las que proporcionan más de un 20%.
- Medicamentos (Antiácidos, Bicarbonato, Paracetamol, Antitusígenos, Laxantes, Efervescentes).
ALIMENTOS DESACONSEJADOS POR SU ALTO CONTENIDO EN SODIO
- Alimentos procesados y manufacturados:
Aceitunas, sopas de sobre, purés instantáneos, cubitos para preparar caldo o extractos de carne, conservas en general, carnes y pescados curados con sal, ahumados, embutidos, ablandadores de carne, caviar, frutos oleaginosos salados, quesos en general, productos de repostería industrial, preparados salados para refrigerios (patatas chips, cortezas, pipas o frutos secos salados, palomitas, etc.), salsa de tomate tipo ketchup, condimentos salados (mostazas, pepinillos, sal de ajo,etc.), conservas en vinagre.
- Alimentos que contienen sodio en cantidades moderadas:
Congelados vegetales en cuyo procesamiento se utiliza salmuera, zumos de hortalizas envasados, los mariscos, las aguas bicarbonatadas sódicas y las bebidas gaseosas en general.
- Pan corriente o limitación de su consumo hasta un máximo de 25 g/día:
Si se desea aumentar su cantidad se hará a base de pan “sin sal”.
Sal: No se permite el consumo de sal de adición: sal de cocina y mesa, sal marina, sal yodada, sal de apio.
Indicaciones para el consumo de sodio
El sodio en la dieta (llamado sodio dietético) se mide en miligramos (mg). La sal de mesa contiene 40% de sodio. Una cucharadita (5 mililitros) de sal de mesa contiene 2,300 mg de sodio.
Los adultos sanos debieran limitar la ingesta de sodio a 2,300 mg por día. Los adultos que sufran de presión arterial alta no deberían consumir más de 1,500 mg por día. Las personas que padecen insuficiencia cardíaca congestiva, cirrosis hepática y enfermedad renal pueden necesitar cantidades más bajas.
No hay restricciones de sodio específicas para bebés, niños y adolescentes. Sin embargo, se han establecido ciertos niveles de ingesta diaria adecuada para un crecimiento saludable.
- Bebés menores de 6 meses: 110 mg
- Bebés de 6 a 12 meses de edad: 370 mg
- Niños de 1 a 3 años de edad: 800 mg
- Niños de 4 a 8 años de edad: 1,000 mg
- Niños y adolescentes de 9 a 13 años de edad: 1,200 mg
- Niños y adolescentes de 14 a 18 años de edad: 1,500 mg
Los hábitos alimenticios, el gusto y las actitudes hacia los alimentos que se forman durante la niñez muy probablemente van a influenciar las decisiones alimenticias de por vida. Por esta razón, es una buena idea que desde tempranas edades se evite consumir demasiada sal.
Efectos secundarios asociados al consumo de sodio
Demasiado sodio en la dieta puede llevar a:
- Presión arterial alta en algunas personas
- Una acumulación grave de líquido en personas con insuficiencia cardíaca
- cirrosis hepática o enfermedad renal
Recomendaciones para una dieta saludable y baja en sodio
1. Para dar sabor a los alimentos prefiera especies naturales como: ajo, tomillo, laurel, orégano, romero, albahaca, comino, pimienta, ají, jengibre, perejil, vinagre, cúrcuma, curry, vinagre, zumo de limón, clavo de olor, canela y/o vainilla.
2. Aumente el consumo de fruta entera y verduras, por lo menos 5 porciones al día.
3. Retire de su dieta alimentos industrializados como: productos enlatados, embutidos (salchichas, salchichón, chorizos, etc.) productos de paquete (chitos, papas, patacones, etc.), pues son productos que aumentan el aporte de sodio.
4. Para las preparaciones, utilice moderadamente aceites como: girasol, maíz, soja, oliva o canola. No se recomienda el uso de margarinas o mantequillas, pues aportan grasa saturada.
5. Los productos de panadería y repostería contienen cantidades importantes de sodio, evítelos. Consuma únicamente una porción una vez por semana.
6. Prefiera preparaciones al vapor, a la plancha, al horno o guisadas. NO CONSUMA FRITOS.
7. Excluya de su dieta: sopas instantáneas, caldos de sabor (maggi, knnor, ricostilla), Salsa de soja, salsa de tomate, mayonesa, mostaza y otras que puedan contener conservantes y resaltadores de sabor, que aportan también sodio.
Relación entre una Dieta Hiposódica y la Estética
Uno de los inestetismos más comunes asociados con el exceso de sodio en la dieta es la celulitis, un problema estético que afecta a muchas personas, especialmente en las zonas de los muslos, caderas y abdomen. La celulitis se forma cuando las células de grasa presionan contra las fibras de colágeno en la piel, formando los conocidos hoyuelos. Sin embargo, el exceso de sodio puede empeorar este problema, ya que favorece la retención de líquidos en el cuerpo, lo que aumenta la inflamación y hace que la piel se vea más abultada y menos firme.
¿Cómo ayuda una dieta hiposódica a reducir la celulitis?
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Disminución de la retención de líquidos:
El exceso de sodio contribuye a la acumulación de agua en los tejidos, lo que provoca hinchazón y la sensación de piernas y abdomen más hinchados. Al reducir el consumo de sal, el cuerpo elimina más fácilmente el exceso de líquidos, lo que mejora la apariencia de la piel.
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Mejora de la circulación sanguínea:
Al disminuir la retención de líquidos, la circulación mejora, lo que facilita la distribución de nutrientes a las células de la piel y promueve un aspecto más suave y tonificado.
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Reducción de la inflamación:
El exceso de sodio puede aumentar la inflamación en el cuerpo, lo que agrava la celulitis y otros problemas estéticos. Al seguir una dieta baja en sodio, se reduce la inflamación generalizada, ayudando a disminuir la visibilidad de la celulitis.
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Firmeza de la piel:
Al mejorar la hidratación y reducir la hinchazón, la piel recupera su elasticidad y tonalidad, lo que la hace lucir más firme y menos propensa a la formación de la celulitis.
En resumen, adoptar una dieta hiposódica no solo tiene beneficios para la salud, sino que también juega un papel clave en la mejora de la apariencia estética, especialmente en la reducción de la celulitis y la mejora de la textura de la piel. Al eliminar el exceso de sodio, se favorece una circulación saludable, se reduce la inflamación y se promueve una piel más suave y tonificada, lo que contribuye a una mejor apariencia estética en general.

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