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Morfofisiología I
Por Karen Zarate
Clasificación Funcional del SNP
Sean todos bienvenidos a esta nueva sesión académica. Hoy exploraremos un tema fascinante y fundamental para la práctica estética profesional: el Sistema Nervioso Periférico. Como futuros expertos en cosmetología integral, es indispensable que comprendamos cómo funciona el cuerpo más allá de la piel, especialmente cuando trabajamos con tratamientos que estimulan, relajan o modulan la actividad neuromuscular y sensorial. El conocimiento profundo del sistema nervioso no solo enriquecerá tu comprensión anatómica, sino que te permitirá personalizar protocolos, identificar señales de advertencia y lograr una conexión más precisa entre técnica, ciencia y bienestar del cliente.
El Sistema Nervioso Periférico (SNP) es una de las estructuras más complejas y esenciales del organismo humano. Constituye la vía de comunicación entre el sistema nervioso central (formado por el encéfalo y la médula espinal) y el resto del cuerpo. A través de él, se envían y reciben millones de señales cada segundo: impulsos que regulan desde los movimientos voluntarios más precisos, como una expresión facial, hasta funciones internas completamente automáticas, como la sudoración o el ritmo cardíaco.
Este sistema está formado por una red extensa de nervios craneales y espinales, así como por ganglios nerviosos, que permiten que los estímulos sensitivos (como el frío, el calor, el tacto o el dolor) lleguen al cerebro para ser interpretados, y que las órdenes motoras salgan del cerebro hacia los músculos para generar movimiento o reacción.
En el contexto de la cosmetología integral, conocer la ubicación, función y distribución de estos nervios es vital para aplicar correctamente técnicas . Por ejemplo, al aplicar electroestimulación en tratamientos de tonificación corporal, es imprescindible saber qué tipo de fibras nerviosas estamos activando; debemos tener conciencia de cómo estimular sin sobrecargar el sistema sensorial del cliente; y al trabajar en zonas faciales, es clave no comprometer estructuras como el nervio facial o trigémino, que son sensibles y funcionalmente determinantes.
Desde un punto de vista funcional, el sistema nervioso periférico se subdivide en dos componentes:
Sistema Nervioso Somático:
Es responsable del control voluntario de los músculos esqueléticos y del procesamiento de estímulos sensoriales conscientes como el tacto, la temperatura y el dolor. Es crucial en técnicas como la relajación muscular y los masajes terapéuticos, donde la estimulación directa de terminaciones nerviosas puede modular la percepción sensorial del cliente.
Sistema Nervioso, Autónomo o Vegetativo:
Controla las funciones involuntarias del cuerpo como la respiración, la frecuencia cardíaca, la digestión y la sudoración. A su vez, se divide en:
- Simpático: prepara el cuerpo para situaciones de estrés o alerta (aumenta el ritmo cardíaco, dilata pupilas, inhibe la digestión).
- Parasimpático: promueve la relajación y la recuperación del organismo (disminuye el ritmo cardíaco, estimula la digestión).
- Entérico: regula las funciones del sistema digestivo de forma autónoma.
Créditos Imágenes
Título del artículo: El sistema nervioso autónomo
Autor: Saluteca
Fuente: Saluteca – Portal de Ciencias de la Salud
Fuentes Bibliográficas
- Tortora, G. J., & Derrickson, B. H. (2018). Principios de anatomía y fisiología (15.ª ed.). Editorial Médica Panamericana.
- Marieb, E. N., & Hoehn, K. (2019). Anatomía y fisiología (6.ª ed. en español). Pearson Educación.
- Netter, F. H. (2007). Atlas de anatomía humana (4.ª ed.). Elsevier Masson.

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